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Evaluación Heurística




Una evaluación heurística es un método para comprobar la usabilidad de una web o interfaz de usuario. Normalmente se usan criterios fijos (heurísticos) para la verificación. Una evaluación heurística puede ser parte del diseño de la experiencia de usuario (UX) y proporciona una alternativa a una prueba de usabilidad.

Antecedentes

Por mucho tiempo los desarrolladores asumieron que requería bastante esfuerzo investigar la usabilidad de un producto, web o software. En consecuencia, se buscaron alternativas para reducir al mínimo el tiempo necesario y los gastos financieros. Una viable alternativa a las pruebas de usabilidad tradicionales era la evaluación heurística, que fue presentada en 1990 por los dos expertos en usabilidad Jakob Nielsen y Rolf Molich. Como parte de su trabajo, los dos científicos desarrollaron 10 aspectos que forman parte de la realización de una evaluación heurística.

Ingredientes

Como parte de una inspección de usabilidad, una evaluación heurística es un método para examinar la usabilidad de un proyecto con la ayuda de tres a cinco expertos. El número de expertos se justifica por el hecho de que un experto sólo puede descubrir por sí mismo alrededor del 35 por ciento de los problemas existentes. Cuanto más expertos participen en la evaluación, mayor será el porcentaje de errores detectados.

Las siguientes 10 heurísticas fueron establecidas por Nielsen y Molich:

  • El estado del sistema es visible: Cada sistema debe proporcionar a sus usuarios información útil sobre su estado actual en un período de tiempo limitado.
  • Correspondencia entre el sistema y el mundo real: el sistema en estudio no debe comunicarse con el usuario usando términos técnicos, sino que debe ser comprensible en general y usar un orden lógico en el caso ideal.
  • Control de usuario: Un usuario siempre debe tener la opción de volver a una condición previa del sistema, como por ejemplo con la función «Deshacer».
  • Consistencia / estándares: Para estar óptimamente orientados, las acciones y los términos deben ser estandarizados.
  • Prevención de errores: El diseño utilizado debe ayudar a evitar errores.
  • Acreditación: El usuario debe ser capaz de usar las funciones de la forma más intuitiva viable sin tener que recordar los pasos anteriores.
  • Flexibilidad y eficiencia: Los programas y las webs deben estar diseñados de tal manera que los usuarios avanzados puedan ingresar rápidamente al contenido y a las funciones.
  • Diseño minimalista: Para llamar la atención del usuario, los diálogos no deben contener información irrelevante.
  • Ayuda en la resolución de problemas o acreditación de errores y diagnósticos: Si se produce un error, el sistema debe notificarlo sin expresiones técnicas ni códigos de error crípticos.
  • Ayuda y documentación: Las funciones de ayuda o la documentación del software deben adaptarse a la tarea requerida y contener los pasos necesarios para la resolución de problemas. [1]

Posteriormente de que la evaluación ha sido realizada por tres a cinco expertos, los resultados se resumen en un reporte. Contiene una lista de problemas de usabilidad existentes que se marcan en función de la gravedad. A partir de esa lista se pueden crear listas de prioridades para la optimización.