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Fue un secreto a voces en los últimos años y al final ha cristalizado una operación de enorme alcance financiero y contable. El banco que preside Ana Patricia Botín tomó definitivamente el control del Banco Popular. Mediante un movimiento en el que participan diferentes figuras, de sus clientes a los accionistas. Todo ello, posteriormente de que la entidad financiera colapsara en los mercados de renta variable hasta que sus acciones alcanzaran un valor de 0,20 euros, en mínimos históricos.

Desde este escenario general, la operación corporativa no ha sorprendido a buena parte de los analistas financieros que vieron esta alternativa como la única solución a los graves problemas de liquidez de Popular. Con caídas muy relevantes en las últimas semanas y que ha llevado a sus accionistas a perder buena parte de sus ahorros. Aún cuando será peor para los que todavía se mantuvieron en valor. Debido a que efectivamente, como resultado de esta medida perderán el 100% de los ahorros invertidos. Dicho de otra forma, si hoy en día es uno de estos accionistas, el valor de sus acciones será cero.

No se puede olvidar de ninguna manera que en lo que va de año, la entidad acumuló caídas superiores al 70%. Con graves pérdidas para todos sus inversores. Inclusive para quienes han tomado posiciones en algunas áreas de sus caídas más relevantes en los mercados. Con incesantes rumores en los últimos días sobre una retirada de Bankia por el control del banco y que ha concluido definitivamente con la compra por parte de Santander. Este es un nuevo escenario en la banca nacional.

Compra por Banco Santander

La falta de liquidez ha sido el detonante que ha acelerado los movimientos en el sector bancario. Banco Santander en conclusión ha apostado por la adquisición de Popular a través del Mecanismo Único Europeo de Resolución (SRM) por un euro dada la inviabilidad de la entidad y el evidente riesgo de que hoy no pudo cumplir con los pagos derivados de su efectivo. No en vano, una de los motivos aducidas es que no tendrá suficiente liquidez para abrir sus sucursales.

A tal efecto, hay que recordar que Banco Santander y BBVA Fueron las únicas entidades que participaron en la subasta que se realizó la noche del martes para comprar el Banco Popular, según fuentes del Ministerio de Economía. En un momento en el que el grupo financiero ya había sido intervenido por la Junta Única de Resolución (JUR) de la Unión Europea. Previamente, además se había comunicado a Bankia que estaba interesado en la operación, pero sus intenciones están por concretarse.

Avalado por autoridades comunitarias


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Sea cual sea el caso, consiste en una operación financiera sin precedentes en la zona euro dado que es la primera vez que se produce. Al punto que constituye la primera intervención en el sistema bancario de la Unión Monetaria (UE). No obstante, cuenta con la aprobación absoluta de las organizaciones comunitarias. No en vano, rapido el Banco Central Europeo (BCE) decidió apoyar esta importante medida para despejar cualquier tipo de duda sobre la aplicación de esta controvertida decisión.

A tal efecto, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha decidido suspender la cotización de las acciones de Banco Popular, aún cuando el mercado ya había descontado uno de los escenarios más negativos que se podían esperar. Donde la única posibilidad que tendrán los inversores de ahora en más será la de demandar a la entidad o, en su defecto, a los anteriores gestores bancarios. En su única salida para intentar corregir este grave problema que ocurre de ahora en más.

Con ampliación de capital en curso

Sea cual sea el caso, será necesario realizar una ampliación de capital de 7.000 millones de euros durante los próximos meses. Con efecto negativo en la acción del grupo financiero cántabro que previsiblemente perderá valor en las próximas jornadas. A tal efecto, la acción de Santander ha cerrado con una depreciación del 0,88% en línea con otros valores del sector, incluidos los bancos europeos. Ahora mismo sus acciones cotizan a 5,75 euros. En lo que va de año presenta una revalorización del 16,96%. Conforme como uno de los valores de ingresos más altos del índice selectivo nacional.

La reacción del ejecutivo nacional ha sido positiva en cuanto se conoció el nuevo escenario de la banca española. En la medida en que ha demostrado que la operación se ha realizado sin usar fondos públicos y «sin un factible contagio entre riesgo soberano y bancario, como sucedió en el pasado». Sea cual sea el caso, es una noticia de gran relevancia que afecta a mucha gente, y donde los más afectados -con diferencia- son los actuales accionistas del ya desaparecido Banco Popular.

Los accionistas pierden sus ahorros


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Uno de los efectos más claros de este procedimiento es que los accionistas de Popular pierden todo el dinero que habían invertido en la cotizada. No en vano, las acciones se han amortizado en la operación, con lo que básicamente han perdido valor. O lo que es lo mismo, es cero. Esto afecta a unos 300.000 inversores que hoy se posicionaron en valor. Concretamente, alrededor del 62% de ellos eran titulares de menos de 1.000 títulos. De estos datos se extrae la conclusión de que gran parte de los accionistas son pequeños y medianos inversores y no grandes fondos patrimoniales.

Sea cual sea el caso, varios despachos de abogados ya están publicitando medidas legales de estas personas para intentar recuperar el dinero invertido. A tal efecto, tanto la institución financiera como sus exdirectores podrían enfrentar juicios por parte de los accionistas. Aún cuando de momento queda por verificar la viabilidad de esta iniciativa. Sea cual sea el caso, no se anuncia que sea de corto plazo, sino que requerirá el paso de un tiempo razonable para iniciar los juicios. La única esperanza para los minoristas es que de ahora en más se establezca algún tipo de mecanismo para compensarlos por la última expansión, como sucedió hace unos años en el caso de los preferidos.

Otras víctimas importantes de este procedimiento bancaria son los tenedores de bonos. Dicho de otra forma, inversionistas que hubieran contratado bonos de esta institución financiera. Pues bien, en esta circunstancia además perderán todos los ahorros invertidos en este instrumento financiero, y como inversores en bolsa. La renta fija es un modelo de inversión en renta fija, pero no está exento de riesgos, como se ha demostrado en esta ocasión.

Los ahorradores del Popular seguro


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Los ahorradores de la entidad, en cambio, no se verá afectado por este nuevo escenario. Debido a que en efecto, aquellas personas que disponen contratadas cuentas de ahorro, planes de pensiones, fondos de inversión o inclusive depósitos a plazo no deben temer por sus aportes económicos. En realidad, el nuevo duelo (Banco Santander) se hará cargo de todas estas operaciones financieras. Como resultado de ellos, los clientes no perderán ni un euro de estos instrumentos financieros. Es la otra cara de la moneda involucrada en esta intervención.

Al mismo tiempo, estarán respaldados por la marca de un grupo financiero realmente solvente. No es sorprendente que se hayan desarrollado otros casos en los que han surgido eventos similares que nunca han afectado a los ahorradores. A tal efecto, no se puede olvidar que los depositantes son cubiertos por el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), y cuyo objeto es asegurar depósitos en dinero y en valores u otros productos financieros constituidos en organizaciones de crédito. Por un límite máximo de 100.000 euros para depósitos de dinero.

¿Y los inversores de Santander?

Respecto a la otra parte de la moneda, dicho de otra forma, los accionistas de Santander, de momento estos movimientos corporativos no disponen por qué afectarles. El hecho de que sus acciones puedan sumergirse en un período de mayor volatilidad. Hasta el punto de que se pueda generar una mayor diferencia entre sus precios máximos y mínimos. Más que en otros periodos de este año. Pero no debería haber movimientos bruscos en su precio, como advierten algunos de los analistas más importantes de los mercados financieros.

Otra cosa muy distinto es lo que puede pasar cuando se acercan las fechas de la ampliación de capital. Aquí es donde es hasta cierto punto normal que el precio de las acciones baje. Como resultado de efecto de dilución de este procedimiento financiera. Donde no se puede descartar inclusive que su valoración vuelva a situarse en el nivel de los cuatro euros por acción. No se puede olvidar que los inversores no ven bien las ampliaciones. Períodos en los que las ventas se imponen de forma clara a las compras.

Todos estos movimientos se generarán a corto plazo. Mientras que a medio y largo plazo los enfoques de inversión seguirán siendo los mismos que hasta ahora. Inclusive reforzado por la mayor presencia del Banco Santander en la vasta geografía española.

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