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Un inmenso fenómeno histórico, una ruta comercial definida en el Océano Atlántico, funcional desde el siglo XV al XX, esto y más era el comercio triangular.
En este post daremos una visión del pasado que se podría contrastar con el presente, permitiéndonos analizar un hecho de gran envergadura y trascendencia global que todavía hoy tiene repercusiones.
Este evento toma su nombre debido a la forma de triángulo que dibujó en el mapa su orientación, ruta y dimensiones geográficas; involucrando tres continentes.
¿Este tipo de fenómenos y la planificación de sus rutas transoceánicas influirían de manera decisiva en la economía global actual?
Hoy podemos decir que la economía global moderna es esencialmente una consecuencia en gran medida de los viajes de descubrimiento europeos realizados en los siglos XV y XVI.
La relevancia del intercambio comercial entre países cobró importancia inclusive antes de que comenzara el comercio triangular, ubicado en ese momento en diferentes continentes.
Mirando hacia atrás en la historia
Desde la antigüedad, casi inmemoriales, la esclavitud ha existido en diversas formas y tipos, de una forma u otra siempre ha estado presente en la dinámica de vida del género humano, subyugando y oprimiendo.
Romanos, griegos, babilonios o egipcios, utilizados como esclavos de multitudes en las ciudades conquistadas; en repetidas oportunidades individuos que no pagaron sus deudas o básicamente por estar encuadrados en la categoría de pueblos bárbaros; Considerado inferior y merecedor de tales acciones hacia ellos de acuerdo con la filosofía de vida y análisis de millones de personas.
En la Edad Media surgieron las redes de vías árabes que estaban destinadas al traslado de esclavos desde África central, la red del Nilo, la de los grandes lagos y otras regiones.
Cuando Estados Unidos es descubierto por Occidente, el comercio indio se define en una escala colosal. Portugués y español ya en 1493 dividieron el Nuevo Mundo, y un enfoque desproporcionado comenzó a explotar estas regiones.
En muchas de estas áreas geográficas, concretamente en las Antillas, las poblaciones fueron diezmadas como resultado de las guerras propias de estos eventos, las enfermedades que habían sido importadas de Europa y, en general, como resultado de los abusos y maltratos a los cuales estaban expuestos. de una manera brutal.
Se necesitaba con urgencia una mano de obra robusta, abundante y barata, por la necesidad de explotar las tierras de América, sus minas de plata y oro, al mismo tiempo de todo el escenario prometedor que se puede percibir en diferentes aspectos económicos.
Ya existían recomendaciones para la adquisición de esclavos africanos, cuya naturaleza enérgica era bien conocida, y darían garantías de responder al trabajo forzoso y extremo que se planificó y reconoció que debía realizarse.
Durante el próximo siglo, los ingleses además emprenden su galope, apuntando a las colonias americanas, seguidas de algunas naciones europeas como Dinamarca, Francia y Holanda. En 1685, Colbert normalizó la esclavitud y se proclamó el primer Código Negro, haciendo que la esclavitud fuera en gran parte oficial por ende.
Entonces se pudo decir que el fenómeno de la esclavitud, cuya influencia primaria en este contexto ha tenido un efecto en la comunidad india primero y después en la africana, estaba cambiando de naturaleza.
Con un desarrollo vertiginoso, se desarrolla el “comercio triangular”, el comercio de esclavos.
Capturados y vendidos son mujeres, hombres y niños. La cifra importante y relevante de 25-30 millones de personas es el número manejado de seres humanos que fueron sacados forzosamente de sus territorios, sin acceder en este cálculo las innumerables muertes en barcos y en conflictos en procesos de captura y guerras conexas, que sumarían. mayor número de seres humanos afectados.
Comercio triangular: un viaje de tres vías
El comercio triangular comenzó principalmente en Europa Occidental., en países como Francia, Holanda, Inglaterra y Portugal, con múltiples suministros y manufacturas, llegando a la costa oeste de África entre los ríos Senegal y Congo, donde entonces se intercambiaban productos como espejos, telas baratas, campanillas, etc. Una vez allí, se cargaban esclavos negros, abastecidos por comerciantes y élites locales.
Con escala cercana en las islas de las Antillas o en la costa americana, Se vendieron esclavos y mercancías europeas, cargando los barcos de regreso a Europa con productos como metales preciosos, cacao, tabaco y azúcar.
Este patrón de comercio a través del Atlántico, que prevaleció poco luego del descubrimiento y continuó hasta el estallido de la Guerra Civil estadounidense, involucró de manera resumida los siguientes aspectos.
- Desarrollar la exportación de esclavos del continente africano al Nuevo Mundo. Estando ya en suelo estadounidense, los grupos esclavizados se vieron obligados a trabajar en campos de producción de algodón, azúcar y otros tipos de productos básicos.
- Exportación a Europa de los productos básicos elaborados y materias primas. Muchos de los productos se comercializaron bajo diferentes modelos comerciales y además participaron en procesos de fabricación.
- Parte de la producción de productos manufacturados a partir de la dinámica implantada, se exportó a África, donde se comerciaba con ellos y se realizaba el pago de esclavos.
La ruta presentaba ventajas técnicas y de rendimiento para los buques marítimos, dada la circulación celular de vientos y corrientes oceánicas existentes alrededor del anticiclón de las Azores.
Este conocimiento práctico de la navegación pudo ser adaptado y explotado, después de los descubrimientos en el campo de la Geografía ocurridos a fines del siglo XV.
En este tipo de comercio hubo una búsqueda continua de la eficiencia en las operaciones y logística general del procedimiento, tendencia que hoy en día se mantiene en el comercio en todo el mundo y en aquellos que lo determinan y desarrollan.
Un solo barco era capaz de completar todo el circuito desde Liverpool transportando espíritus, armas y textiles; rumbo a puntos clave de la costa occidental africana, siendo esta la parada principal. Comenzó entonces la segunda fase de la ruta, realizando la travesía por el Océano Atlántico cargado de esclavos hacia las Antillas o la costa americana.
Una vez en este destino, los esclavos fueron comercializados y los barcos fueron cargados nuevamente con tabaco, algodón, azúcar, etc., regresando al puerto original.
Aunque esta era simplemente la filosofía del comercio triangular, decantarse por la especialización fue tendencia una vez que se realizaron los primeros viajes. Era un oficio de tanto volumen y valor que era absolutamente racional construir barcos que cubrieran cada tramo del viaje de una manera especializada.
En todo caso, el término «comercio triangular» era el ideal para representar el intercambio tripartito que se lograba de esclavos, manufacturas y materias primas; sin tener que considerar precisamente la forma de transporte y sus características específicas.
Una vinculación comercial de este nivel y tipo ha tenido un impacto significativo con consecuencias de gran alcance en el desarrollo económico diferencial de las áreas afectadas.. Por lo tanto, se ejemplificó el “comercio colonial”, beneficiándose la metrópoli del valor agregado de la producción industrial que poseía, quedando la colonia sujeta al mecanismo del pacto colonial, con una función de mercado cautivo.
Dañando a grandes niveles y hundiendo al continente africano en siglos de atraso económico y caos político, la esclavitud fue tremendamente dañina para esta región del planeta. Más tarde, la colonización formal siguió con la llamada división de África en el siglo XIX, cuando la trata de esclavos había sido abolida a escala global, sin que los efectos devastadores se remediaran inclusive luego de la descolonización del siglo XX.
En la época en que se desarrollaba el comercio triangular, como actualmente, existía la presión de bajar costos aumentando la calidad, lo que provocó importantes determinaciones y decisiones.
Los vínculos intercontinentales eran inclusive más largos que los reflejados en la representación gráfica de los tres lados del triángulo. Asia como cuarto continente se incluyó en las expediciones, puesto que los textiles que se intercambiaban por esclavos en la región africana procedían exactamente de la India, de allí eran exportados por compañías francesas y británicas que se establecieron en la zona.
Se observa en esta conducta o estrategia comercial enmarcada dentro del comercio triangular, semejanzas con el comercio actual..
Actualmente, compañías y emprendedores del sector textil de éxito internacional recurren a los países asiáticos para determinar sus producciones, obteniendo beneficios en diferentes áreas como mano de obra barata, aplicación de normativas menos exigentes que en sus países de origen, una considerable proximidad a las fuentes las materias primas que se utilizarán, y no pocas veces de una calidad superior a las que se encuentran en otras regiones.
Hoy es viable observar una complejidad a nivel global en el ámbito económico, que es un reflejo en sí mismo del tipo de intercambio a grandes niveles y escala que ha tenido el comercio triangular en su época.
Una de las grandes diferencias existentes actualmente, relacionada con el comercio global en ese momento; tiene que ver con el flujo de información.
Los avances de las herramientas tecnológicas actuales, internet y el flujo de datos, brindan facilidades a los actores del comercio a nivel global para que puedan disponer y procesar un nivel de información que facilite la toma de decisiones y la oportunidad de minimizar riesgos. , con asombrosa precisión.
Poner en perspectiva e inspirarnos en lo que fue el comercio triangular y su influencia en el comercio moderno, nos hace preguntarnos ¿Con qué transformaciones se van a sentar hoy las bases de los nuevos modelos de intercambio comercial que se producirán en el futuro?