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Los pagarés comerciales o corporativos son un producto de inversión algo atípico en el sentido de que no cotizan en los mercados financieros. No obstante, estas operaciones no están cubiertas por la Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), como es el caso de los depósitos a plazo. Es un pequeño riesgo que debes de hacerse cargo al hacerse cargo la inversión debido a que en el peor de los casos puedes perder el dinero que has destinado a estos movimientos dentro de una compañía de estas características.

Sea cual sea el caso, originan una rentabilidad que oscila entre 3% y 8%, dependiendo del nivel de solvencia de los emisores de este instrumento financiero. Sea cual sea el caso, se trata de un tipo de interés sensiblemente superior al que ofrecen los productos derivados de renta fija y desde luego además los productos bancarios (cuentas de altos ingresos, depósitos a plazo o bonos corporativos). Donde rara vez supera niveles del 1,5% y que no satisfacen tus necesidades para rentabilizar las operaciones como quieres.

El papel comercial es uno de los productos más desconocidos de la renta fija privada. No debido a que estén lejos de las intenciones de los inversores. Si no, ¿por qué no contemplan una periodo fijo en su emisión puesto que pueden salir al mercado en cualquier momento y en función de las necesidades de financiación de las compañías. A cambio, los destinatarios de estas propuestas reciben una devolución del dinero prestado. Son activos con rentabilidad implícita emitidos con descuento.

Notas comerciales: vencimientos

El vencimiento es a corto plazo, desde unos pocos días hasta hasta 24 meses aproximadamente, los periodos de contratación más habituales son de seis, doce y hasta 16 meses. Esta particularidad beneficia a sus solicitantes que pueden ajustarse a los términos más deseados en función de su necesidad de liquidez. Desde luego, son exactamente estos plazos los que hacen que los pagarés de estas características sean productos más flexibles para tus necesidades reales de inversión puesto que puedes adaptarlos a cualquier tipo de madurez en función del perfil que presentes como pequeño y mediano inversor.

Sea cual sea el caso, es un modelo de inversión más delicado que los demás por sus especiales características. Donde la solvencia de las compañías emisoras de este instrumento financiero juega un papel muy relevante para su formalización. Entre otros motivos, debido a que en caso de quiebra se perderá el dinero invertido puesto que no se garantiza ningún monto.

Están cubiertos hasta 100.000 euros


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Como ocurre con los depósitos a plazo en los que se cubren hasta 100.000 euros por depósito y titular a través del Fondo de Garantía de Depósitos. Por ello, es muy importante analizar la situación financiera del emisor del pagaré para no sorprenderse antes de su vencimiento. Por el contrario, su mayor garantía radica en la viable solvencia y garantía patrimonial de sus emisores. Debido a que en efecto, no te quedará más remedio que mirar a la compañía a la que diriges tu dinero puesto que debe aportar una solvencia más que probada para que no te lleves más de una sorpresa negativa a partir de ahora.

Se necesita una rentabilidad superior a la generada por el inversiones sin riesgo. El mayor problema radica más en las pequeñas y medianas compañías que en las grandes. La razón es que no existe una calificación independiente sobre su solvencia financiera, como ocurre con las de mayor capitalización o que cotizan frecuentemente en las bolsas de valores. Para evitar cualquier tipo de incidencias con este instrumento financiero, será necesario que su emisión se registre en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). En de lo contrario, no habrá remedio más que la desconfianza como principal medida preventiva.

Emisores de los pagarés

No existe un perfil definido en el perfil presentado por las compañías emisoras de los pagarés. Las líneas de negocio de muy baja capitalización pueden no estar presentes en los bancos a las listadas en el índice selectivo de renta variable española, IBEX 35. En este último grupo, son exactamente las compañías constructoras las que mayoritariamente optan por la emisión de esta clase de valores. Algunas de las sociedades cotizadas que han lanzado un producto de estas características son ACS, Acciona, OHL o Sacyr. Con rendimientos diferentes en función de sus emisiones, inclusive si proceden de la misma compañía.

En este punto puede llegar al dilema sobre si es mejor invierte en tus acciones a precio de mercado o por el contrario a través de una cantidad pactada y fija antes de la contratación. Dicho de otra forma, para llegar a las posiciones de estas compañías, no solo se puede llegar a través de la renta variable, sino además a través de la renta fija privada. No obstante, uno de sus mayores riesgos reside en que su cancelación anticipada es necesaria puesto que las ventas deben formalizarse en el mercado secundario. Con muy poca liquidez, y con peligro de perder parte del capital invertido.

Rentabilidad que ofrece este producto

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En cuanto al interés que brindan estos pagarés, no existe uniformidad en las propuestas ofrecidas por las compañías. Pero por el contrario, el aumento de la rentabilidad está en línea con el riesgo que asume el usuario con su suscripción. De esta dinámica, los valores con mayor riesgo pueden pagar intereses cerca del 8%. Mientras que si esta característica no está presente, lo usual es que descienda hasta estar en un rango que va del 3% al 5%.

Estas diferencias muy amplias, de casi cinco puntos porcentuales, se generan como resultado del precio que se debe hacerse cargo para un aumento del riesgo. Donde una mayor exposición vendrá acompañada de un interés anual más atractivo y que ningún producto de renta fija ofrece hoy en día. Desde esta perspectiva general, desde luego, se pueden hallar muchos tipos de rentabilidad puesto que no es un producto homogéneo, ni mucho menos. Si no, por el contrario, se mueve con importantes diferencias con respecto a la rentabilidad generada por el papel comercial. Siendo uno de los alicientes en el momento exacto de tu contratación.

Otros productos similares

Con respecto a su rentabilidad, el producto de inversión que más se le asemeja es el dividendo en la compra y venta de acciones en bolsa. No por su estructura, sino debido a que son los más rentables en estos momentos puesto que pocos pueden ofrecerte el 8% como interés fijo y garantizado todos los años. Aún cuando conviene distinguir ciertos aspectos entre estos dos modelos de realización de inversiones. Debido a que en dividendos los riesgos son prácticamente inexistentes y se derivan de que las acciones cotizan en los mercados de renta variable.

Otro factor a prestar atención entre estos dos instrumentos financieros es el que se refiere a la forma de da forma a tus precios. Debido a que las acciones están expuestas al veredicto de los mercados financieros mientras que, por el contrario, las notas de la compañía se rigen por parámetros sustancialmente diferentes que son más complejos para su perfecta comprensión. Donde los riesgos siempre están mucho más latentes y en los casos es casi una realidad que te puede afectar en determinadas situaciones. No obstante, es seguro decir que las notas corporativas son una de las grandes incógnitas en la industria de inversiones. No es de extrañar que se trate de un instrumento financiero poco popular entre los pequeños y medianos inversores.

Compañías no cotizadas


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Otra de las grandes características de los pagarés corporativos es que no disponen que ser emitidos por compañías que cotizan en los mercados de renta variable. Aún cuando esta es la tendencia general, además un importante número de compañías que lanzan este producto no incluido en listado. Debido a que lo que verdaderamente importa es el estado real de sus cuentas comerciales. Esto hace que una compañía con poca solvencia te ofrezca una rentabilidad superior a la usual y todo lo contrario. Dicho de otra forma, con gran seguridad, te proporciona un tipo de interés sensiblemente menor que apenas se diferencia de lo que te ofrece la renta fija en estos momentos.

Si necesitas contratar este tipo de producto, deberás de acudir a tu banco usual para informarte de qué compañías disponen disponible un pagaré de estas características en ese momento. Deberás de ver cuáles son sus particularidades y valorar si te conviene o no contratarlos. Por otra parte, tiene la gran utilidad de que no genera comisiones ni tampoco tiene gastos para su administración o mantenimiento. Desde este escenario, es bastante cierto que se puede ahorrar dinero en su formalización en cuanto a otros productos destinados a la inversión. Más allá de las aportaciones que pueda brindarte desde cualquier punto de vista. Debido a que es un producto al que tal vez no estés muy acostumbrado en sus operaciones.