Los valores más silenciosos para invertir

Hablar de tranquilidad es una quimera de la que pocos inversores experimentados en bolsa quieren hablar. Son los propios mercados los que dictan el precio que valen las acciones. de las compañías, sin mayores misterios, aluden a muchas de ellas. Y eso se basará en los diferentes escenarios que marcan las noticias económicas más puntuales. En algunos momentos pueden ser unos, y en otros, valores diferentes. No obstante, existe un perfil de pequeños y medianos inversores cuyos únicos objetivos son suscribir los valores más seguros en renta variable. Aún cuando para ello hay que rebajar el objetivo de su potencial de revalorización.

De forma general, consiste en un perfil de ahorrador muy específico, que responde a pautas de forma clara conservadoras en cuanto a su estrategia de inversión. Y que bajo ningún concepto pretendes arriesgar tus activos, y menos en títulos de pequeña capitalización, o de carácter especulativo. La protección de sus ahorros tiene prioridad sobre el retorno que puede generar su inversión. Al mismo tiempo sus acciones están dirigidas a plazos más largos, de uno o más años. Y eso usualmente se basa en modelos muy tradicionales en lo que se refiere a las líneas de negocio que presentan las compañías que son objeto de sus pretensiones para tomar posiciones en las bolsas de valores.

A partir de este escenario bien definido, estos inversores se pueden identificar con varias denominaciones: conservadora, defensiva, convencional, etc. ¿Y qué tipo de acciones compran en sus operaciones en los mercados de renta variable? Indudablemente los que ofrecen mayor seguridad, y fundamentalmente que no originan movimientos muy elevados con respecto a volatilidad. Mientras sus variaciones entre el precio máximo y mínimo en la misma sesión de negociación sean más ajustadas, mejor para ellos. Ser candidatos potenciales, por tanto, para conformar su cartera de inversiones para los próximos años.

Los valores de su cartera de inversiones

Al momento de establecer su selección en renta variable, suelen decantarse en primer lugar por acciones que son parte de los índices de referencia nacionales, y si es factible con la máxima información sobre las mismas, así como en las actividades empresariales en las que se integran sus compañías. Negocio. No disponen demasiadas opciones para contratarlos, pero se reducen a los valores habituales, de toda la vida, que han estado operando durante muchos años, y que además disponen resultados comerciales seguramente saludables, inclusive con ganancias muy altas cada año.

Pero, ¿cuáles son estos valores específicamente? Inicialmente, las llamadas fichas azules, o las compañías más representativas del índice de referencia nacional: BBVA, Banco Santander, Endesa, Iberdrola y Repsol. Consiste en compañías con mayor estabilidad de precios que otras, que rara vez apuntan a desviaciones muy marcadas en cada sesión de negociación. Aún cuando la petrolera española ha mostrado una mayor volatilidad en los últimos meses, y como resultado del colapso del petróleo en los mercados financieros, alcanzando niveles de 30 dólares el barril, con una depreciación en el último año de más del 60%.

Por otra parte, disponen la ventaja de contribuir a esta clase de inversores. una remuneración por dividendo más que interesante, que se acerca al 6% en muchos de estos casos. Hasta el punto de superar el desempeño de los principales productos de renta fija (depósitos a plazo, pagarés bancarios o deuda pública), que apenas ofrecen un interés del 1%. Debido a la rebaja del precio del dinero por parte del Banco Central Europeo (BCE). Y que en cualquier momento puede servir de aliciente para rentabilizar el ahorro con mayores garantías, e inclusive con cierta seguridad.

De todos modos, no buscan este tipo de valores, son propuestas de carácter especulativo que pueden arruinar sus aspiraciones. El motivo es más que evidente, dado que son valores altamente variables que pueden hacerlos perder parte de sus activos en unas pocas sesiones de negociación, y en cualquier momento. Y que por otra parte, son más difíciles de seguir a través de un correcto análisis técnico. Rara vez eligieron estas alternativas proporcionadas por los mercados de valores.

¿Cuáles son tus metas?

Para saber su estrategia de inversión, no le quedará más remedio que explicar qué propósitos persigue en sus acciones diarias. Intentan, fundamentalmente, conseguir un rendimiento mínimo por encima de todo. No espectacular, pero al menos para un ingreso regular todos los años. Su rendimiento suele rondar el 5% o el 8%.sin tener en cuenta lo que puedan conseguir mediante dividendos.

Otro de sus objetivos, y por extraño que parezca, es proteger sus ahorros mediante una selección de acciones sólidas, que rara vez pueden colapsar en los mercados de valores. No en vano, sus inversiones se dirigen al medio y largo plazo más que al corto plazo. No están a favor de una cierta inestabilidad en sus propuestas, más allá de operaciones concretas de mayor riesgo. Habrá muy pocas veces que cierren sus operaciones en unos días, y menos en la misma sesión bursátil.

Tampoco son partidarios de tener acceso en mercados poco conocidos por ellos y que, en general, coinciden con los situados fuera de nuestras fronteras. Se limitan, en la mayoría de los casos, a índices nacionales, y si pertenecen al Ibex 35 es mejor para sus intereses y para las estrategias diseñadas por estas personas. No les gusta experimentar con nuevos modelos de inversión, ni siquiera en los mejores momentos para la renta variable.

Estas son más o menos las características más destacables del perfil que presentan estos pequeños y medianos inversores, y que lo usan en cada momento para obtener sus objetivos. En consideración a los más agresivos que intentan rentabilizar las operaciones lo más rápido factible, y con valores de alto riesgo, con grandes fluctuaciones en sus precios. Son, en conclusión, dos formas absolutamente diferentes de comprender la inversión bursátil.

¿Qué obtienen de sus operaciones?

Los inversores más conservadores disponen una forma distinto de canalizar sus ahorros hacia los mercados de valores. Y que se enfoca simplemente en obtener unos objetivos mínimos que les permitan, poco a poco, aumentar su patrimonio personal. Es conveniente que lo tengas en cuenta en caso de que desees emular esta estrategia de ahora en más.

1. La seguridad prevalece siempre más que la rentabilidad, dado que su objetivo más cercano es preservar los ahorros que se han ido acumulando durante muchos años, inclusive a lo largo de su vida, como en el caso de los inversores de mayor edad.
2. En ningún caso se rigen por opciones de alto riesgo.En cambio, intentan limitarlos casi cada vez que invierten su dinero. No debe extrañarnos que rara vez formalicen operaciones de estas características y, como mucho, de forma puntual.
3. Disponen una lista muy limitada de valores que están vinculados a sectores muy concretos de la bolsa española: bancos, carreteras, compañías constructoras y, en especial, compañías vinculadas a la actividad energética.
4. En sus carteras de inversión es muy común hallar valores que distribuyan un dividendo elevado cada año, superior al 5%. ¿Y qué les hace a ellos? formar una renta fija dentro de la variable, pero con mayores rendimientos que otros productos bancarios relacionados con el ahorro.
5. De forma definitiva aprovecha los escenarios más favorables mercados de valores, y tienden a quedar al margen cuando las incertidumbres se apoderan de sus principales índices. Están a salvo, como dicen en las bolsas de valores.
6. No disponen ambiciones excesivas al momento de fijar sus objetivos., y con poco más del 5% se sienten más que satisfechos con sus actuaciones. En definitiva, lo que no quieren es perder un euro de su bolsa de ahorros.

¿Qué objetivos logran los inversores conservadores?

Una cosa muy distinto son los objetivos que persiguen y otra las metas que consiguen en sus inversiones. La mayoría de las veces coincide, pero no tiene por qué serlo siempre. Regularmente es la evolución de los mercados financieros la que determina estas variables, aún cuando por ejemplo, estos pueden ser algunos de los resultados en tus inversiones.

Rentabilidad media en operaciones destinados al mediano o largo plazo, que inclusive se sustentan en el pago de dividendos cada año. Reforzando el saldo de tus cuentas corrientes, y en algunos casos con cierta intensidad.

Limita las posibles pérdidas que se pueden producir a partir de su toma de posiciones, tanto en la elección de valores, como en las estrategias que suelen usar desde el principio.

Al no fijarse objetivos seguramente ambiciosos, cuando cierran sus operaciones en los mercados, las plusvalías, no son para nada espectaculares, pero solo sirven para pagar un pequeño capricho, nada más.

Suelen combinar este tipo de inversión con otros productos bancarios corte más defensivo, como fórmula para preservar sus ahorros, inclusive en los momentos más beneficiosos para la renta variable.

La cuenta corriente de estas personas de forma general crece cada año, aún cuando de ninguna manera se harán ricos por lo tanto. Sea cual sea el caso, será un bono adicional que deberán de arreglar sus problemas de liquidez.

Les resulta difícil contemplar pérdidas en sus movimientos, y si hay pequeños. Es debido a que no disponen demasiados problemas para cerrar sus posiciones. Inclusive pueden tardar varios años con la misma inversión.

Como generalmente son personas con una bolsa de ahorros muy poderosa, lo que están creando es una forma de estrategia para aumentarlo moderadamente, y sin hacerse cargo los riesgos que correrán otras clases de pequeños y medianos inversores, fundamentalmente los más agresivos.