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Bajo el curioso, pero al mismo tiempo aceptado por los inversores, el nombre de chicharros esconde una serie de Valores cotizados en renta variable española caracterizados por compañías de baja calidad, que presentan una cuenta de resultados muy adaptada, y de forma general con una deuda por encima de lo normal. A pesar de todo, es muy probable que sean contratados por los inversores más agresivos, que quieran especular con sus aportaciones económicas.

Mediante sus compras se pueden producir grandes plusvalías, por encima de la rentabilidad que ofrecen los valores del índice selectivo nacional. Pero ten mucho cuidado, debido a que las pérdidas generalmente son además muy pronunciadas. La volatilidad rige el comportamiento de sus acciones.. No debe extrañarnos que las fluctuaciones de sus precios sean el denominador común de sus acciones en los mercados de valores.

Tan pronto como suben más del 10% en la misma sesión de negociación, al día siguiente se duplican en unas pocas horas. Como resultado de esta peculiar evolución de los mercados, estos valores son muy deseados por los inversores que buscan realizar operaciones para hacer efectivo en un corto espacio de tiempo. Entran y salen de los mercados con mucha frecuencia. Algo, en cambio, que no se puede desarrollar en los más sólidos valores del parquet madrileño.

Pero cuando hablamos de guisantes, además nos referimos a una serie de compañías que presentan señas de identidad que las hacen altamente identificables para cualquier perfil de inversor. De forma general son compañías cuyas líneas de negocio no están consolidadas corporativamente, o que inclusive pasan por malos momentos en su administración. No debe extrañarnos, por tanto, que sus cotizaciones se rigen, más por expectativas en sus negocios que por la realidad de sus cuentas comerciales.

¿Cómo son estos valores?

Si, no obstante, tu deseo es invertir en una de estas compañías, debes conocer que disponen unas características muy definidas que determinarán su evolución en los mercados de renta variable. Vas a poder conseguir importantes plusvalías mediante tus operaciones, pero a la vez los riesgos serán significativamente mayores, inclusive con la oportunidad de perder gran parte del ahorro invertido.

Ante este complicado escenario que tienes ante ti, la precaución debe ser la primera herramienta que debes usar para operar con guisantes. Será muy recomendable que protejas tu inversión, mediante cuatro estrategias que resultan muy efectivas en estos casos. Y eso simplemente consta de las siguientes acciones.

  • Adjudicar solo una parte de sus activos a este tipo de operaciones, que en todo caso no debe superar el 30% del ahorro disponible para formalizar la inversión.
  • Aplicar una orden de stop loss, para protegerte de posibles caídas de su precio. A tal efecto, la mejor opción es imponer el stop loss. Vas a poder limitar la depreciación del valor.
  • Solo debes tomar posiciones en estos valores cuando mantengan una tendencia alcista muy clara, que invitan a tomar posiciones en los valores, y abstenerse en las situaciones restantes.
  • Debes enfocar tus operaciones exclusivamente en el corto plazo, y si encuentra que tiene plusvalías, la mejor opción será cerrar definitivamente las posiciones.

Solo mediante estas acciones bien definidas vas a poder minimizar los riesgos que conllevan tus operaciones, y protegerte de los escenarios más adversos para tus intereses como ahorrador. No en vano, Buena parte de los pequeños y medianos inversores han dejado buena parte de sus ahorros en estos valores tan particulares. Aún cuando ciertamente habrá más de uno que habrá logrado excelentes prestaciones.

Estrategias para comerciar guisantes

Si deseas operar correctamente con estos valores tan especiales, necesariamente debes importar una serie de acciones que te serán de gran ventaja para iniciar con éxito tu vinculación con la renta variable. Para empezar, Es conveniente que identifique a estas compañías dentro de la oferta actual que genera la Bolsa española.

Al menos sabrá qué esperar y evitará caer en errores de los que después se arrepentirá. Al mismo tiempo, te enseñarán a operar en los mercados con activos financieros más complicados, y como resultado, te abrirán las puertas al ingreso de conseguir más beneficios.

Primera clave: no distribuyen dividendos

Una de las características más destacables de estos valores es que ninguno distribuye dividendos a sus accionistas. No en vano, en general sus compañías no dan beneficios y, por tanto, esta retribución regular no está presente en la política retributiva de estas compañías. Si desea cobrar estos pagos, no tendrá más remedio que acudir a otras acciones más consolidadas corporativamente en los índices donde cotiza. Y eso generará una rentabilidad media anual entre el 3% y el 8%.

Segunda clave: con poca liquidez

Son sociedades cotizadas, pero con muy poca liquidez, puesto que muy pocos valores se intercambian en los mercados financieros. Inclusive te dificultan mucho la entrada o salida de sus valores, fundamentalmente cuando realizas operaciones con aportes económicos importantes. Y eso anima a las manos fuertes del mercado (grandes inversores o institucionales) a administrar sus precios a su antojo. De este modo, no son adecuados para la minoría, que tiene otras alternativas más seguras.

Tercera clave: presentan una volatilidad extrema


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Si lo que pretendes es estabilidad en sus precios, es mejor que optes además por otros valores más tranquilos. Ya que los guisantes Operan bajo fluctuaciones extremas, que pueden llegar inclusive al 30% en la misma sesión de negociación., tanto hacia abajo como hacia arriba, indistintamente. Es común hallar muchas de estas compañías que han causado una rentabilidad anual en torno al 80%, y viceversa por el mismo motivo. No intente apresurar sus movimientos, puesto que lo más probable es que se arrepienta luego de unos días.

Cuarta clave: no son objeto de estudio por parte de los corredores

La mayoría de los corredores e intermediarios financieros no disponen en cuenta estos valores en las recomendaciones que ofrecen normalmente a sus clientes. Y como resultado de ello, te faltará una pieza fundamental para su respectivo análisis. Tampoco tiene un precio objetivo como resultado de esta variable. Y eso indudablemente te perjudicará valorar cuál es el precio más adecuado para comprar o comercializar tus acciones.

Quinta clave: acciones a un euro


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Si estudia detenidamente la oferta de estas acciones, llegará a la conclusión de que la mayoría de ellas cotizan por debajo de una unidad de euro. Puede hacerte pensar que son verdaderamente baratos, pero nada más lejos de la verdad, en muchos casos generalmente son demasiado caras para desarrollar cualquier tipo de compra.

Al mismo tiempo, con una desviación de unas décimas en su precio, la revalorización o depreciación alcanzará niveles de volatilidad muy elevados. Sólo los inversores más expertos estarán en condiciones de emprender sus operaciones y no estarán exentos de riesgo en ningún caso.

Sexta clave: oportunidades de que la compañía se declare en quiebra

Una de las principales desventajas que tienes al decantarse por alguna de estas compañías es que puede dejar de operar en alguna vez como consecuencia de sus problemas comerciales. Con los graves perjuicios que puede ocasionarle la aparición inesperada de estas situaciones. La experiencia debería ayudarle a evitar estos efectos negativos que le pueden ocurrir si compra acciones de una de estas compañías.

Basta recordar las muchas compañías cotizadas de estas características que han pasado por este desagradable escenario: La Seda de Barcelona, ​​Sniace, Terra, Pescanova, y una larga lista que hará que te preguntes si verdaderamente es importante destacar seleccionar este alquiler. modelo de administración. Variable española tan excesivamente agresiva.

Séptima clave: son compañías de pequeña capitalización


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Para conocer la verdadera realidad de estas compañías, la conclusión final será que son de muy pequeña capitalización. Los títulos que se mueven en los mercados financieros son poquísimos. Y por tanto, son más manipulables que en el resto de valores del mercado continuo español. No ofrecen confianza a los minoristas, y solo se usan para operaciones muy puntuales (de carácter especulativo) que se realizan por montos no muy elevados, pero pretendes cometer un grave error que podría afectar tu cuenta corriente.

Octava clave: cotizan en mercados secundarios

Para tener una idea más clara y diáfana de cómo son estos outliers, la mejor forma de comprobarlo será chequear que ninguno de ellos figura en el índice selectivo español, el Ibex-35, sino todo lo contrario, muchos de los chicharros que puedes hallar en la oferta de stock actual provienen de mercados de cotización secundarios, incluido el Mercado de Valores Alternativo (MAB).

No es un modelo, por tanto, a seguir si es una de las primeras veces que tomas posiciones en la Bolsa. Al mismo tiempo, es viable que muchas de estas compañías ni siquiera las conozcan, e inclusive puede que tengas problemas para relacionarlas con un sector de actividad empresarial.

Novena clave: el riesgo de engancharse

Las operaciones de entrada y salida del mercado serán muy importantes y pueden inclusive establecer el éxito de la operación. No habrá más remedio que ajustar los precios de compra tanto como sea viable. Fundamentalmente si desea comercializar sus valores de forma rápida, y dentro de unos días (inclusive horas) desde la formalización de la orden de inversión. Es habitual, que si no lo desarrolla bajo estos parámetros, puedes engancharte con el valor. Y como resultado de esto, te quedas muchos meses, e inclusive años, sin poder rescatar las acciones bajo el mismo precio de compra.