Una de las grandes aspiraciones de todo emprendedor que toma la decisión de independizarse económicamente para dejar atrás el trabajo en la oficina, es poder montar su propia compañía o negocio con el que pueda alcanzar una mejor posición económica.
No obstante, a pesar de los diversos esfuerzos realizados para obtener estos deseos, es bien sabido que en España nueve de cada diez pymes (pequeñas y medianas compañías) que se crean fracasan antes de haber cumplido los primeros cinco años de vida. Desafortunadamente, esta situación suele pasar debido a la poca preparación e investigación que hacen muchos de estos emprendedores, quedándose solo con buenos deseos e intenciones de hacer crecer sus negocios.
Exactamente, una de las herramientas más prácticas que existen dentro del sector financiero para asegurar la supervivencia de una compañía, y mejor todavía, su constante crecimiento, es lo que se conoce como el índice de liquidez. Conocer esta estrategia puede llegar a ser casi obligatorio para las pequeñas y grandes compañías, ya que es parte esencial de las estructuras financieras de cualquier entidad comercial.
¿Qué es el índice de liquidez?
Además llamado como razón corriente o razón corriente, es una de las indicadores de liquidez más utilizados actualmente para establecer la capacidad financiera de una compañía, y así generar condiciones con las que pueda hacerse cargo sus obligaciones y compromisos en el corto plazo.
Por lo tanto, El objetivo de los ratios de liquidez es diagnosticar si una compañía tiene ítems suficientes para generar efectivo; O dicho de otra forma, si tiene la capacidad de convertir sus activos en liquidez a corto plazo, dicho de otra forma, efectivo inmediato a través del cual saldar sus posibles deudas.
Ratios económicos
Uno de los componentes más importantes dentro del aplicación del índice de liquidez, Se trata de los denominados ratios económicos o ratios financieros, que se obtienen del balance y de la cuenta de pérdidas y ganancias de una compañía.
De esta manera, calcular las diferentes proporcionesAdemás se obtiene información económica y financiera de la situación en la que se encuentra la compañía, lo que nos posibilita saber si se encuentra en buen estado o si atraviesa un mal momento financiero.
Asimismo, estos cálculos además nos posibilitan conocer el evolución experimentada por la compañía, que puede ser tanto positivo como negativo. Los ratios económicos se pueden categorizar en los siguientes casos.
- Ratios de rentabilidad: Se refieren a la rentabilidad económica o financiera para afrontar gastos y deudas. Dicho de otra forma, miden el nivel de eficiencia en el uso de los activos de la compañía, en vinculación con la administración de sus operaciones.
- Ratios de equilibrio: Se pueden dividir en fondos de trabajo, tesorería y ratio de equilibrio.
- Ratios de solvencia: Se refieren a la estabilidad financiera, que se traduce en valores de deuda y capital social.
- Ratios de liquidez: Esta medida nos informa sobre la liquidez general de la compañía.
Cada uno de estos clasificaciones tiene la función de proporcionar una estadística realista sobre la situación presente y futura de la compañía, y dependiendo de si va por buen camino o viceversa, se toman medidas para continuar con el mismo avance o no, para redefinir la estrategia económica que deben tomar los directivos para prevenir una factible crisis dentro de la compañía.
¿Cómo se puede calcular el índice de liquidez?
Para calcular este indicador económico, diferentes tipos de coeficiente de liquidez. A modo de ejemplo, se pueden mencionar los siguientes casos:
El índice de ejecución, la prueba de fuego, el índice de prueba defensiva, el índice de capital de trabajo y los índices de liquidez de las cuentas por cobrar.
A continuación vamos a revisar la administración y aplicación de cada uno de estos métodos para desarrollar el ratio de liquidez de una compañía:
El motivo actual: El motivo corriente indica la proporción de aquellas deudas a corto plazo que pueden ser cubiertas por el activo, dicho de otra forma, los bienes cuya conversión en dinero se puede realizar dentro del período respectivo a la fecha de vencimiento de la deuda.
La forma de calcular este indicador es dividiendo los activos corrientes entre los pasivos corrientes. Como venimos observando, el activo circulante está conformado por ítems tales como: cuentas de efectivo, bancos, valores fácilmente negociables (aquellos que se pueden comercializar rápidamente), inventarios, así como cuentas y efectos a cobrar.
La fórmula para conseguir el motivo corriente es la próxima:
- Razón actual = Activo corriente / Pasivo corriente
- Razón actual = 50,000 / 15,000 Razón actual = 3.33
A modo de ejemplo, para saber esta fórmula, supongamos que una compañía tiene 50.000 euros de activo circulante y por otra parte tiene un importe de 15.000 euros de pasivo circulante. De esta dinámica, como se indica en la fórmula, el resultado de la operación es 3,33, lo que indica que por cada euro que adeuda la compañía dispone de 3,33 euros para pagar o sustentar esa deuda en el corto plazo.
De esta dinámica, a partir de este ratio se obtiene la principal medida de liquidez con la que puede contar una entidad empresarial, estrategia muy usada que ha funcionado muy bien para establecer el índice de liquidez de una compañía, así como su capacidad de pago. y disposición de efectivo para hacer frente a cualquier tipo de eventualidad o contingencia que surja repentinamente.
La prueba de fuego: Es un indicador que, a diferencia del anterior, puede ser más riguroso en su aplicación, ya que en esta circunstancia, aquellas cuentas que no se pueden realizar fácilmente se descartan del activo circulante total, lo que da como consecuencia una medida más. exigente de la capacidad de pago a corto plazo que puede jugar una compañía. En definitiva, este indicador nos posibilita tener un control más riguroso sobre la capacidad de pago de las deudas contraídas.
La prueba de fuego se puede calcular restando los inventarios o inventarios de los Activos Corrientes y posteriormente dividiendo el resultado de esa cantidad por los pasivos corrientes.
- Prueba ácida = (Activo corriente – Inventarios) / Pasivo corriente
Proporción de prueba defensiva:
Este indicador se refiere a la capacidad de la compañía para realizar sus operaciones con sus activos líquidos más inmediatos., evitando así tener que recurrir a sus flujos de ventas para poder hacerse cargo sus deudas.
Como consecuencia, este tipo de ratio nos posibilita medir la capacidad financiera de la compañía para hacerse cargo deudas inmediatas sin comprometer aquellos activos que no disponen suficiente liquidez para utilizarlos como efectivo disponible en el pago de deudas que están por vencer.
Los activos que se disponen en cuenta al aplicar este tipo de ratio son: activos mantenidos en efectivo y valores negociables, a través de los cuales se puede evitar la influencia del tiempo como variable determinante de determinadas transacciones, y con ello, la incertidumbre que pueden generar los precios de las otras cuentas del activo corriente.
Para calcular este tipo de razón, el efectivo total y los saldos bancarios se dividen por el pasivo corriente.
- Prueba defensiva = Bancos de efectivo / pasivo corriente =%
Ratio de capital circulante:
Esta vinculación se obtiene restando el activo circulante del pasivo circulante y muestra lo que una compañía puede tener luego de pagar sus deudas inmediatas. Dicho de otra forma, es un indicador que determina la cantidad de dinero que una compañía puede tener para operar diariamente, por lo que nos posibilita saber lo que queda para seguir operando luego de haber saldado todas sus deudas pendientes.
Para conseguir el coeficiente de capital de trabajo se aplica la próxima fórmula:
- Capital de trabajo = Activo corriente – Pasivo corriente
Ratios de liquidez de las cuentas por cobrar:
Para terminar, tenemos uno de los ratios más importantes para establecer la liquidez de una compañía. El índice de liquidez de las cuentas por cobrar se trata de un indicador que nos posibilita conocer el tiempo promedio en el que las cuentas que todavía no se cobran se pueden convertir en efectivo.
Se trata de un indicador muy útil debido a que nos ayuda a establecer si ciertos activos son verdaderamente líquidos, esto en vinculación con el tiempo que puede tomar para cobrar las cuentas pendientes, dicho de otra forma, en la medida en que puedan ser cobradas dentro de un período de tiempo razonable.
En el final, conocer este ratio de liquidez es vital de manera que se puedan desarrollar estrategias más precisas a la hora de hacerse cargo determinados riesgos financieros, en torno a deudas o créditos que puedan afectar la estabilidad financiera de una compañía en el corto plazo.
- Para calcular este índice de liquidez se usa la próxima fórmula:
- Periodo medio de cobro = Cuenta por cobrar x días del año / ventas anuales a crédito = días
como resultado
A lo largo de este post, hemos podido observar que el llamado índice de liquidez En este momento se posiciona como una de las mejores herramientas y estrategias para mantener la solidez financiera de cualquier entidad empresarial.
Naturalmente que para garantizar su éxito, Las compañías necesitan aplicar todo tipo de medidas administrativas, pero de todas estas, tal y como hemos podido chequear, el ratio de liquidez es fundamental para mantener su estabilidad económica, lo que se traduce en tener siempre la liquidez necesaria para liquidar pagos, deudas y todo tipo de eventualidades económicas que puedan surgir en el corto plazo.
