La digitalización de la sociedad, con activos como las criptomonedas o los NFTs, ha puesto su mirada en el ingreso pasivo frente al oficio tradicional, cuya mano de obra es cada año más escasa. Hoy en día, el mundo de la inversión atrae tanto a ricos como a aficionados, pero salir ventajoso de su riesgo no siempre depende del capital. Y es que, junto a la experiencia, la formación es una puerta segura hacia una inversión exitosa.
Tendencias fruto de la digitalización
Mientras la falta de mano de obra en los oficios tradicionales se recrudece —según la patronal de las pequeñas y medianas empresas, Cepyme, con más de 109.000 vacantes sin cubrir—, el universo de los ingresos pasivos no deja de ganar adeptos o por lo menos eso afirman la gran mayoría de Coinbase opiniones. Sobre todo, en una era como la nuestra, donde la digitalización abre y cierra constantemente todo tipo de nichos de mercado como lo han sido las criptomonedas o los NFTs.
Y es que Internet ha facilitado enormemente el acceso a conocimientos de finanzas o inversión, con miles de canales de streaming educativos y de divulgación y opciones formativas como el curso sobre carteras de inversión de Economipedia. Formando así una de las tres vías para rentabilizar la inversión y detectar oportunidades en un mercado que, además de diverso, evoluciona en todo momento y en cualquier lugar.
Tres estrategias para abordar el mundo de la inversión
Lo primero que activa cualquier movimiento hacia un posible objetivo es la intuición. Sin embargo, esta no puede siempre asegurar un resultado factible en el mundo de las inversiones. En especial, ya que requiere de experiencia previa adquirida como para poder analizar rápidamente cuál es la mejor baza por la que apostar. De lo contrario, permitiendo que el fervor domine la acción aun a riesgo de acabar en un mal resultado.
En segundo lugar, algunos inversores no lo son directamente, sino que optan por echar mano de servicios de asesoría y brókeres para que éstos instrumentalicen la táctica financiera según el momento. Pese a que su experiencia garantiza un buen retorno de la inversión, a menudo sus precios pueden encarecerse o estar sujetos a comisión. Por lo que, junto a su apuesta a cero riesgos, puede prolongar los ingresos en el tiempo
Finalmente, la tercera opción, mucho más plausible, es la de acceder a una formación para aprender a analizar y comprender el mercado. Esto hará posible optimizar cada inversión, ya que la detección de los mejores activos correrá a cargo del conocimiento adquirido mediante una formación profunda y sólida. Existiendo cursos que abordan tanto el mercado financiero en general como sus más delicadas especificaciones.
¿Hace falta formación para entrar al mercado financiero?
En realidad, una buena base de capital es lo que de verdad se necesita para participar en el mercado bursátil. Sin embargo, el capital no es capaz de nada sin conocimiento alguno que lo gestione. Y, como se ha mencionado, los fundamentos de la intuición no son posibles sin experiencia, así como, a su vez, contratar experiencia ajena puede ser caro. Razón por la que nuestra primera inversión debe ser siempre formativa.
Tanto si se trata de una pequeña inversión económica como de únicamente tiempo si tenemos quién responda a nuestras preguntas, entender cómo funciona y evoluciona el mercado es indispensable para reducir el riesgo y sacar el máximo beneficio posible. Por ejemplo, empezando con la elaboración de una cartera de inversión propia. Base que el mencionado curso de Economipedia desglosa en hasta diez capítulos o pasos.
Empieza por tu cartera de inversión
En esencia, una cartera de inversión se forma por una recopilación de los activos más adecuados según el propio perfil de inversor y objetivos a alcanzar. Como si fuera una agenda de contactos, una herramienta útil para invertir no sólo con mayor agilidad, sino también de ganar en eficiencia y rentabilidad dado nuestro conocimiento sobre esos activos. En adelante, convirtiéndose en valores seguros para nuestros intereses.
En primer lugar, escoger el perfil de inversión sobre el que nos manejaremos es lo esencial, ya que de éste dependerán nuestras elecciones. Es decir, la asignación de nuestros activos, que deberemos revisar al detalle para diversificar su selección según el contexto. Por no mencionar los análisis para predecir las posibles pérdidas y saber si podríamos o no recuperarnos tras un fracaso o, si es posible retirarse antes, evitarlo.
Además, otras recomendaciones que incluye el curso es la de tener en cuenta viejos movimientos, ya que a menudo aparecen patrones de una provechosa similitud. Pero no siempre anclarse al pasado, ya que los cambios han de ser acordes al momento, aunque sea necesario hacerlos con regularidad y por adaptación. En definitiva, un aprendizaje completo que sienta las bases del conocimiento del mundo de la inversión.
