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Ciertamente uno de sus deseos de inversión más inmediatos es comprar acciones en renta variable. Pero debes de saber que no debes de limitarte al mercado de valores. Por el momento tienes otros productos de capital que le posibilitan realizar ahorros rentables. Aún cuando en la mayoría de los casos bajo modelos de inversión mucho más agresivos. Como en el caso concreto de los warrants y certificados que han tenido un aumento significativo en su cotización en el último año.

Como además es el caso de los denominados fondos cotizados en bolsa (ETF), que es una combinación entre comprar y comercializar acciones en el mercado de valores con fondos de inversión. Pero con el valor añadido que puedes apuntar a otros activos financieros, algunos de ellos muy innovadores. Sin que su exposición sea tan directa como en determinados mercados financieros. Dicho de otra forma, puede tener un mayor control sobre sus posiciones para deshacer las posiciones en el momento que considere oportuno.

Por otra parte, dentro de la inversión nunca faltan productos provenientes del mercado de renta fija como letras, bonos y obligaciones. Todos ellos productos contratados por los pequeños y medianos inversores más defensivos. Aún cuando en este momento su rentabilidad debe calificarse de insatisfactoria para los intereses de los ahorradores. Sin ofrecer más del 2%, aún cuando con la gran utilidad de que es un producto libre de comisiones y otros gastos derivados de su administración o mantenimiento.

Invertir en renta variable: comercio

La Bolsa española negoció 32.319 millones de euros en renta variable en febrero, un 22% menos que en enero y un 30,6% menos que la cifra del mismo mes de 2018. El número de negociaciones fue 2,8 millones, 21, un 8% inferior al anterior. mes y 37% menor al registrado en febrero de 2018. En el segmento de garantías y certificados Se negociaron 24 millones de euros, un 31,8% menos que el mes anterior y un 47,4% menos que en el mismo período de 2018. El número de negociaciones se situó en 5.826, un 7,5% por debajo de enero y un 36,4% menos que en el mismo mes del año anterior . El número de emisiones admitidas a cotización ascendió a 1.186, un 108% más que el año anterior.

En cuanto al segmento de fondos cotizados (ETF), se negociaron 127 millones de euros, un 37,4% menos que el mes anterior y un 68,4% menos que el mismo mes del año anterior. El número de operaciones en febrero se situó en 4.627, un descenso del 16,9% respecto al mes anterior y del 64,5% respecto al mismo mes de 2018. El mercado de renta fija mantuvo un alto nivel de actividad. El volumen total acumulado en el año creció un 77,9%, tras negociarse 28.750 millones de euros en el último mes, un 85,3% más que en febrero de 2018. Adicionalmente, las emisiones admitidas a cotización incrementaron un 7,8% desde el inicio del año y el saldo vivo aumentó en un 2,9%.

Operaciones en derivados financieros


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En el mercado de derivados financieros, la negociación aumentó un 3,9% en los dos primeros meses del año respecto al mismo período de 2018. Este incremento se centró en los futuros de acciones, que presentaron un avance del 314,6%. La negociación de alternativas del Ibex 35 subió un 14,8% en el mes. Mientras que por el contrario, la posición abierta del conjunto de derivados financieros aumentado un 7% en comparación con el mes anterior.

En este capítulo de inversión en España, es importante destacar que los principales incrementos se registraron en futuros y opciones sobre el Ibex 35, con avances del 6,8% y 16,5%, respectivamente. Mientras que, por otra parte, los futuros y opciones de alamcenaje Además tuvieron crecimientos en este período analizados en los mercados financieros nacionales. En estos casos específicos, 3,1% y 6,6%, respectivamente.

Resultados del administrador de la bolsa de valores

Bolsas y Mercados de España (BME) obtuvo un resultado neto de 34,8 millones de euros en el cuarto trimestre de 2018, un 6% menos que el respectivo al mismo período del año anterior. El resultado neto del año 2018 asciende a 136,3 millones de euros, un 11,1% menos que en 2017. Donde el beneficio neto total del cuarto trimestre alcanzó los 78,8 millones de euros. Son un 0,5% inferiores a las obtenidas un año antes, aunque presentan un comportamiento positivo respecto a los dos trimestres anteriores. Para el ejercicio en su conjunto, el el beneficio neto ascendió a 304,2 millones de euros, disminuyendo un 4,9% con vinculación al año anterior.

En un contexto de muy bajos niveles de volatilidad implícita (15% promedio diario según la Índice VIBEX, tres décimas menos que el año anterior) el volumen total de derivados financieros negociados se situó en 43,5 millones de contratos en 2018, un 2,4% menos que el año anterior. En el cuarto trimestre, la negociación se ha mantenido estable frente al mismo período del año anterior con 12,2 millones. El contrato de futuros del Ibex 35, el producto con mayor margen de la unidad, incrementó su volumen de contratos negociados en un 1,2% en el período analizado.

Garantías de próxima generación


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Es uno de los productos que ha mantenido un mayor incremento en la negociación en el período analizado. Uno de los formatos que pueden contratar los pequeños y medianos inversores es a través del oro. En el último año se han lanzado al mercado varias emisiones de warrant que se caracterizan por tener cobertura de varios subyacentes, entre los que se encuentra el metal amarillo. Esta clase de productos financieros están clasificados como de alto riesgo por los analistas financieros, dado que se pueden perder muchos euros en el camino mediante sus posiciones.

No obstante, este tipo de productos financieros innovadores posibilitan a los inversores tener acceso a mercados muy específicos. Algo que de otra forma no se podría formalizar y mucho menos en el sector de los metales preciosos, en este caso el oro. Sea cual sea el caso, es una nueva alternativa invertir en este activo financiero para que puedas aprovechar el buen momento por el que atraviesa el metal dorado. Con algunas revalorizaciones muy notables durante los últimos doce meses. En lo que se configura como uno de los valores refugio por excelencia, sobre todo dada la inestabilidad y volatilidad de los mercados de renta variable.

Operaciones más defensivas

Dentro del mercado de renta fija se encuentran letras, bonos y obligaciones los productos más contratados por pequeños y medianos inversores. Los tres son productos financieros de renta fija que ofrecen una rentabilidad fija y garantizada todos los años y que constituyen instrumentos que usa el Estado para financiarse. Cualquier ciudadano puede invertir en estos valores, que disponen el atractivo de ofrecer un rendimiento más alto que los depósitos bancarios típicos. Aún cuando sus márgenes de intermediación han bajado mucho en los últimos años.

Desde luego, el producto más popular y conocido por el ahorrador español es la carta del Estado. Dependiendo de la extensión de este activo, existen tres ofertas: cartas a seis meses, un año y 18 meses. Indudablemente es un valor seguro, dado que el tipo de interés es fijo. A esto se suma que, aún cuando la rentabilidad ofrecida no es muy alta, el período de inversión es corto. Estas son los motivos por las que la mayoría de los fondos mutuos de dinero y de renta fija invierten en estos productos.

Devoluciones por debajo del 2%


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La factura a un año ofrece en este momento una rentabilidad del 1,1%. Un rendimiento superior al que ofrecen la mayoría de los depósitos bancarios habituales, dado que en general el beneficio anual no supera el 0,50%. Sea cual sea el caso, uno de los grandes atractivos de este producto de renta fija tan tradicional es que no hay que esperar a que expire el plazo para cobrar la devolución, el rendimiento se percibe de antemano. En este aspecto, su mecánica es muy semejante a la de los pagarés bancarios.

Por otra parte, son parte de una cartera de inversiones para inversores muy defensivos o conservadores. Donde predomina la seguridad del ahorro en detrimento de otras consideraciones más agresivas. A saber, no esperes grandes sorpresas de estos productos, pero al menos tendrás la seguridad de que no perderás ni un euro en posiciones abiertas en renta fija. Con la ventaja de que inclusive puedes seleccionar el plazo de la inversión, con una amplia variedad de propuestas. Más allá de otras consideraciones técnicas.

Este es uno de los inconvenientes que disponen los mercados de renta fija en estos momentos y no parece que su tipo de interés suba mucho en los próximos meses. Pero al contrario, tienden a estabilizarlos. Dentro del mercado de renta fija se encuentran letras, bonos y obligaciones los productos más contratados por pequeños y medianos inversores. Los tres son productos financieros de renta fija que ofrecen una rentabilidad fija y garantizada todos los años y que constituyen instrumentos que usa el Estado para financiarse. Cualquier ciudadano puede invertir en estos valores, que disponen el atractivo de ofrecer una rentabilidad superior a los depósitos bancarios habituales.

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